El ser humano se ha acostumbrado a escuchar al ego y el impulso de controlar a los demás, siguiendo las directivas de éste (el ego). Muchos seres humanos vivieron dentro de la dominación y el control(el lado oscuro), en lugar de hacerlo desde la tolerancia, la comprensión y la empatía (el lado de la luz).
El ego lucha, el espíritu nunca.
Cuando comprendemos, las cosas se dejan como son y nos sentimos plenos al saber que así deben ser. Existe un motivo superior para que así sean.
Si no lográsemos comprender, segiríamos cautivos de la necesidad de controlar; el ego nunca está completamente feliz por cómo están las cosas, sean como sean.
Si permitimos que la gente sea como es, para dejar lugar al verdader amor, el ego trataría de convercerte de que eres débil y que te estarían manipulando.
Las personas que se dejan llevar por su ego dirían que ya no saben qué hacer, y continuarían controlando a otros, permaneciendo en la insatisfacción y frustración, y estas características negativas se manifiestan a través de su cuerpo, desarrollando enfermedades. La necesidad de controlar produce enfermedades.
El ego nunca encuentra paz en ninguna circunstancia, pues no conoce la satisfacción.En cambio, para el espíritu, todo está bien y en su correcto ritmo, por lo tanto, la persona se sana. Si el cuerpo está enfermo, el origen no está en el cuerpo físico, sino en el alma.
Cuando hacemos una introspección, permanecemos en estado de quietud y contemplación, nos relajamos, el amor fluye más hacia nosotros.
Cuánto más desees controlar la vida de otros, más denso se hace tu interior, y el amor no fluye. El ego disfruta hablando para demostrar quién tiene la razón, utilizando argumentos lógicos, mientras que el espíritu quiere escuchar, pues es tolerante. El ego busca errores para enseñarle a los demás que están equivocados.
La manifestación más desgastadora del ego es desear que otra persona le obedezca o se doblegue a sus deseos. Al ego no le importa el amor, ni lo conoce, es más, lo podría sacrificar a cambio del dominio y el control.
El ego conoce como amor al amor condicionado, negocia con el amor, compra el respeto, el cariño, la adulación.
Podemos hacer esfuerzos continuamente, practicando conscientemente el desafío de erradicar paulatinamente el parloteo del ego y concentrarnos en lo que dicen las demás personas. Escuchar es una práctica que atraerá más y mejores personas hacia nosotros y nos sentiremos profundamente unidos a todas ellas. Notaremos que la gente no quiere que la cambien, solamente quiere que la escuchen con amor y respeto.
jueves, 2 de septiembre de 2010
miércoles, 1 de septiembre de 2010
RECONCILIACIÓN DE LO MATERIAL CON LO ESPIRITUAL
Es el gran desafío del nuevo milenio : la reconciliación del ser material con el ser espiritual, y , consiguientemente, la reconciliación de las necesidades individuales con las necesidades colectivas, al tiempo de la reconciliación entre el yo y el otro. Al no haber reconciliado estas dos dimensiones de la vida humana, el mundo ha vivido guerras, sufrimientos, exclusión social, incapacidad para avanzar y otros males.
Este milenio es el de la globalización : globalizamos nuestras finanzas, mientras que, dejamos de lado la globalización de las sociedades, los pueblos, donde se incluyen los aspectos culturales, ambientales, políticos, sociales, institucionales, humanos y espirituales.
Las consecuencias se presentan en el reconocimiento que existen culturas dominantes que producirían la desaparición de lenguajes, patrones culturales, pueblos, sabiduría autóctona y la diversidad en diferentes niveles.
Vulgarmente se ha creído que " lo que no se vende a una ganancia razonable, no sirve" . La competitividad se transforma en un boomerang de proporciones negativas. La economía y las finanzas se han convertido en la fuerza motriz del materialismo de mercado, lo que se traduce como : satisfacer primero las necesidades materiales y luego las necesidades espirituales.
" EL MUNDO EXTERIOR NO TE PROPORCIONARÁ RESPUESTAS ESPIRITUALES MIENTRAS NO ASUMAS TU PAPEL DE CREADOR DE LA REALIDAD"
Joe Vitale
La globalización, solamente, se ha guiado por valores individuales, cuando , de manera contraria, la globalización es el aspecto más contundente de lo colectivo.
Los valores de la libre competencia, del comercio internacional, del intercambio de bienes, servicios y personas, son, eminentemente personales y egoístas.
Los valores del colectivo ( amor, fraternidad, igualdad, compasión, servicio, etc. ) fueron olvidados.
El avance material no es independiente del avance espiritual. El asunto no estriba en estar en contra de lo material, tampoco de la existencia de personas ricas económicamente. Lo que sí es de importancia, señalar, la inequidad que fue aumentando.
¿ Cuál es el nivel de conciencia de aquellos que poseen la mayor parte de los bienes materiales?
La conciencia humana es el puente que une lo material con lo espiritual.
Nunca es recomendable vivir con esa asimetría entre un muy alto nivel de bienestar material con un bajo nivel de conciencia; por lo tanto, aquí es imprescindible enfocarse en el ámbito de lo individual y de lo colectivo, ya que, a mayores niveles de conciencia es posible integrar lo individual a lo colectivo.
La espiritualidad ha sido mal interpretada , por tal motivo, se la ha excluído de las decisiones públicas. El desarrollo económico y social sin la presencia de la espiritualidad sería una realidad artificial, vacía de valores, sin una identidad interior.
Existe una Ley Universal que debemos entender y practicar : " la riqueza material está íntimamente ligada y depende de la riqueza espiritual". Lo material no existiría sin que todo esté asociado a lo no- material.
Actualmente existen evidencias científicas que determinan que la fuente de la materia es la no- materia.
Los altos niveles de avance material tienen que estar acompañados de más altos niveles de conciencia espiritual.
Muchas personas ven a lo material disociado de lo espiritual, como dos posiciones opuestas en la vida; y esto se debe a una equivocación del intelecto: los valores trastocados que llevan a una conciencia de escasez.
Al evolucionar como individuos, notaremos, cómo nos encontraremos practicando los valores humanitarios y espirituales en lo referente a lo material.
Reflexionemos para llevar a cabo los cambios necesarios que nos conduzcan a una revolución de los valores que rigen a la globalización en pos de un consenso pacífico.
Este milenio es el de la globalización : globalizamos nuestras finanzas, mientras que, dejamos de lado la globalización de las sociedades, los pueblos, donde se incluyen los aspectos culturales, ambientales, políticos, sociales, institucionales, humanos y espirituales.
Las consecuencias se presentan en el reconocimiento que existen culturas dominantes que producirían la desaparición de lenguajes, patrones culturales, pueblos, sabiduría autóctona y la diversidad en diferentes niveles.
Vulgarmente se ha creído que " lo que no se vende a una ganancia razonable, no sirve" . La competitividad se transforma en un boomerang de proporciones negativas. La economía y las finanzas se han convertido en la fuerza motriz del materialismo de mercado, lo que se traduce como : satisfacer primero las necesidades materiales y luego las necesidades espirituales.
" EL MUNDO EXTERIOR NO TE PROPORCIONARÁ RESPUESTAS ESPIRITUALES MIENTRAS NO ASUMAS TU PAPEL DE CREADOR DE LA REALIDAD"
Joe Vitale
La globalización, solamente, se ha guiado por valores individuales, cuando , de manera contraria, la globalización es el aspecto más contundente de lo colectivo.
Los valores de la libre competencia, del comercio internacional, del intercambio de bienes, servicios y personas, son, eminentemente personales y egoístas.
Los valores del colectivo ( amor, fraternidad, igualdad, compasión, servicio, etc. ) fueron olvidados.
El avance material no es independiente del avance espiritual. El asunto no estriba en estar en contra de lo material, tampoco de la existencia de personas ricas económicamente. Lo que sí es de importancia, señalar, la inequidad que fue aumentando.
¿ Cuál es el nivel de conciencia de aquellos que poseen la mayor parte de los bienes materiales?
La conciencia humana es el puente que une lo material con lo espiritual.
Nunca es recomendable vivir con esa asimetría entre un muy alto nivel de bienestar material con un bajo nivel de conciencia; por lo tanto, aquí es imprescindible enfocarse en el ámbito de lo individual y de lo colectivo, ya que, a mayores niveles de conciencia es posible integrar lo individual a lo colectivo.
La espiritualidad ha sido mal interpretada , por tal motivo, se la ha excluído de las decisiones públicas. El desarrollo económico y social sin la presencia de la espiritualidad sería una realidad artificial, vacía de valores, sin una identidad interior.
Existe una Ley Universal que debemos entender y practicar : " la riqueza material está íntimamente ligada y depende de la riqueza espiritual". Lo material no existiría sin que todo esté asociado a lo no- material.
Actualmente existen evidencias científicas que determinan que la fuente de la materia es la no- materia.
Los altos niveles de avance material tienen que estar acompañados de más altos niveles de conciencia espiritual.
Muchas personas ven a lo material disociado de lo espiritual, como dos posiciones opuestas en la vida; y esto se debe a una equivocación del intelecto: los valores trastocados que llevan a una conciencia de escasez.
Al evolucionar como individuos, notaremos, cómo nos encontraremos practicando los valores humanitarios y espirituales en lo referente a lo material.
Reflexionemos para llevar a cabo los cambios necesarios que nos conduzcan a una revolución de los valores que rigen a la globalización en pos de un consenso pacífico.
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