Es el gran desafío del nuevo milenio : la reconciliación del ser material con el ser espiritual, y , consiguientemente, la reconciliación de las necesidades individuales con las necesidades colectivas, al tiempo de la reconciliación entre el yo y el otro. Al no haber reconciliado estas dos dimensiones de la vida humana, el mundo ha vivido guerras, sufrimientos, exclusión social, incapacidad para avanzar y otros males.
Este milenio es el de la globalización : globalizamos nuestras finanzas, mientras que, dejamos de lado la globalización de las sociedades, los pueblos, donde se incluyen los aspectos culturales, ambientales, políticos, sociales, institucionales, humanos y espirituales.
Las consecuencias se presentan en el reconocimiento que existen culturas dominantes que producirían la desaparición de lenguajes, patrones culturales, pueblos, sabiduría autóctona y la diversidad en diferentes niveles.
Vulgarmente se ha creído que " lo que no se vende a una ganancia razonable, no sirve" . La competitividad se transforma en un boomerang de proporciones negativas. La economía y las finanzas se han convertido en la fuerza motriz del materialismo de mercado, lo que se traduce como : satisfacer primero las necesidades materiales y luego las necesidades espirituales.
" EL MUNDO EXTERIOR NO TE PROPORCIONARÁ RESPUESTAS ESPIRITUALES MIENTRAS NO ASUMAS TU PAPEL DE CREADOR DE LA REALIDAD"
Joe Vitale
La globalización, solamente, se ha guiado por valores individuales, cuando , de manera contraria, la globalización es el aspecto más contundente de lo colectivo.
Los valores de la libre competencia, del comercio internacional, del intercambio de bienes, servicios y personas, son, eminentemente personales y egoístas.
Los valores del colectivo ( amor, fraternidad, igualdad, compasión, servicio, etc. ) fueron olvidados.
El avance material no es independiente del avance espiritual. El asunto no estriba en estar en contra de lo material, tampoco de la existencia de personas ricas económicamente. Lo que sí es de importancia, señalar, la inequidad que fue aumentando.
¿ Cuál es el nivel de conciencia de aquellos que poseen la mayor parte de los bienes materiales?
La conciencia humana es el puente que une lo material con lo espiritual.
Nunca es recomendable vivir con esa asimetría entre un muy alto nivel de bienestar material con un bajo nivel de conciencia; por lo tanto, aquí es imprescindible enfocarse en el ámbito de lo individual y de lo colectivo, ya que, a mayores niveles de conciencia es posible integrar lo individual a lo colectivo.
La espiritualidad ha sido mal interpretada , por tal motivo, se la ha excluído de las decisiones públicas. El desarrollo económico y social sin la presencia de la espiritualidad sería una realidad artificial, vacía de valores, sin una identidad interior.
Existe una Ley Universal que debemos entender y practicar : " la riqueza material está íntimamente ligada y depende de la riqueza espiritual". Lo material no existiría sin que todo esté asociado a lo no- material.
Actualmente existen evidencias científicas que determinan que la fuente de la materia es la no- materia.
Los altos niveles de avance material tienen que estar acompañados de más altos niveles de conciencia espiritual.
Muchas personas ven a lo material disociado de lo espiritual, como dos posiciones opuestas en la vida; y esto se debe a una equivocación del intelecto: los valores trastocados que llevan a una conciencia de escasez.
Al evolucionar como individuos, notaremos, cómo nos encontraremos practicando los valores humanitarios y espirituales en lo referente a lo material.
Reflexionemos para llevar a cabo los cambios necesarios que nos conduzcan a una revolución de los valores que rigen a la globalización en pos de un consenso pacífico.
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