Comencemos a llevar pensamientos de amor, paz, felicidad, buenas intenciones, prosperidad, a la mente subconsciente. Los pensamientos son semillas y si éstas son constructivas, positivas, alegres, así será lo que cosecharemos.
Cada pensamiento es una causa y cada causa conlleva su efecto, por tal motivo es esencial que tomemos la responsabilidad de nuestros pensamientos.
Cuando la mente piensa correctamente y los pensamientos son armoniosos, pacíficos y felices, la mente subconsciente responde y obtenemos condiciones armoniosas.
Al controlar los procesos mentales, podemos aplicar los poderes del subconsciente a cualquier dificultad.
El mundo interior ( el de los pensamientos y consecuentemente los sentimientos acordes ) es lo que transforma el mundo exterior. Lo que vemos afuera es el fiel reflejo de lo que existe en el interior de cada quien.
La mente subconsciente es muy sensible a los pensamientos y acepta lo que se imprima en ella o lo que su consciente crea. Nunca disiente tus pensamientos ya sean buenos o malos, verdaderos o falsos, sólo se limita a responder a la naturaleza de lo que se piensa.
La mente consciente tiene como función principal proteger a la mente subconsciente de las impresiones falsas. Es fundamental vigilar continuamente las influencias negativas provenientes del exterior, nunca dejemos que traten de convencernos mediante sugestiones destructivas, teniendo en cuenta que, significaría ejercer control o infundir temor con el propósito de hacernos sentir o pensar y actuar como los demás desean que pensemos o actuemos para su propio beneficio.
Comencemos a pensar a partir de los verdaderos principios de la vida y nunca desde el temor, la superstición ni la ignorancia. Tampoco permitas que otros piensen por tí; elije tus propios pensamientos y haz tus propias elecciones y decisiones.
Cree en la guía divina, pues ella te conduce a realizar acciones verdaderas para poder observar las maravillas de la vida.