martes, 11 de agosto de 2009

DISOLVER EL DOLOR

El dolor sería inevitable mientras uno siga identificándose con su mente, es decir, mientras uno siga siendo espiritualmente inconsciente. Nos referimos al dolor emocional, que también es la causa principal del dolor físico y de las enfermedades físicas. La culpa, la ira, la depresión, el resentimiento, el odio, la autocompasión, los celos, o la menor irritación, etc. , todos son formas de dolor.
La cumbre emocional contiene dentro de sí la semilla del dolor : su opuesto ,que es inseparable, se manifestará con el tiempo.
Cualquier persona que haya tomado drogas para sentirse " mejor " experimenta después de la llegar a la cúspide, un descenso, por tanto, el placer se convierte en algún tipo de dolor. Las relaciones íntimas también, rápidamente, pasan de ser una fuente de placer a llegar a ser una fuente de dolor. Si lo vemos desde una perspectiva superior, las polaridades positiva y negativa son las dos caras de la misma moneda, y ambas forman parte del dolor subyacente, que es inseparable del estado de conciencia del ego, en el que una persona se identifica con la mente.
El dolor de las personas tiene dos niveles : el dolor que crea en el momento presente y el dolor del pasado que aún vive en el cuerpo y en la mente. El dolor que se ha acumulado, es un campo de energía negativa que ocupa el cuerpo y la mente : es el cuerpo- dolor emocional. Éste tiene dos posibles estados : latente o activo. Podría estar latente un 90% del tiempo, aunque en una persona infeliz, podría llegar a estar activo el 100% del tiempo.
Algunas personas viven totalmente casi a través de su cuerpo- dolor, mientras que otras personas sólo lo experimentan en determinadas situaciones, como por ejemplo, en las relaciones íntimas o en situaciones que estarían relacionadas con pérdidas o abandono en el pasado, dolores físicos o emocionales, etc.
Cualquier situación o cosa podría activarlo, pero su identificación se refiere específicamente con los dolores del pasado; cuando ese dolor emocional está preparado para despertar de un estado latente, un pensamiento o cualquier comentario inocente que se ha hecho por alguien cercano, puede ser suficiente para activarlo.
El cuerpo-dolor no quiere que se lo observe directamente y se lo perciba como es. En cuanto uno lo observa y siente su campo energético dentro de sí y se pone la atención en él, la identificación se disuelve. Apareció entonces, una dimensión superior de conciencia; es en ese momento, cuando uno es un observador del cuerpo-dolor, y significa que ya no puede usar a la persona con la pretensión de ser uno mismo, por consiguiente , nopuede alimentarse a través de sí mismo. Es en esa situación donde se ha encontrado la mayor fuerza interior.
Algunos cuerpos-dolor podrían ser molestos , pero inofensivos; otros podrían ser destructivos ; algunos serían violentos físicamente y muchos lo serían emocionalmente agresivos; algunos atacarían a la gente cercana, mientras que otros lo harían en el propio ser; en este último caso, los pensamientos y sentimientos relativos a la propia vida se convertirían en algo negativo y autodestructivo. Las enfermedades y los accidentes podrían producirse así.
El asunto es buscar cualquier señal de infelicidad en unomismo, podría tratarse del despertar del cuerpo-dolor. En ocasiones, se traduce como irritación , un estado de ánimo apesadumbrado , impaciencia, deseo de hacer daño , depresión , ira , la necesidad de dramatizar las relaciones , confusión , etc.
Ese cuerpo-dolor querría sobrevivir y sólo podría hacerlo si consiguiese que la persona se identificase inconscientemente con él ; necesita conseguir su alimento por medio del consentimiento personal. Se alimentaría de cualquier circunstancia o experiencia que resuene con su energía característica , algo que produciese dolor del modo que fuere : llámese odio , tristeza , placer en destruir , un drama emocional o una enfermedad.
Una vez que el cuerpo-dolor se apodera de la persona, crea en la vida, una situación que refleje su propia frecuencia energética , para poder alimentarse de dolor ; no podría alimentarse de alegría. Si ese cuerpo-dolor se apoderase de la persona, querría más dolor, y así se convertiría en una víctima o en un agresor. Esa persona querría causar dolor , sufrirlo, o ambas cosas. Como uno no sería consciente de lo que hace, afirmaría que no quiere sufrir. El hecho es que si uno mira de cerca, notaría que su forma de comportarse y de pensar están diseñadas para perpetuar el dolor, tanto para sí mismo como para los demás.
Si uno fuese completamente consciente de él , ese patrón se disolvería. Es evidente que ese cuerpo-dolor, que es la oscuridad proyectada por el ego, en realidad, teme a la luz de la conciencia.
Uno debe afrontar el dolor que habita en sí mismo e inundarlo de luz para evitar revivirlo continuamente. Se debe mantener consciente y ser el guardián que esté atento del propio espacio interior, y no observar al cuerpo-dolor directamente en sentir su energía, de esa forma no podrá controlar lo que uno piensa.
Es importante desechar un estado de ánimo apesadumbrado, pues se entraría en un patrón mental negativo y el pensamiento se alinearía con ese cuerpo-dolor y uno se encontraría inconsciente y vulnerable a sus ataques.

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