viernes, 24 de julio de 2009

ESPÍRITU Y CULTURISMO


¿ Cuántos de nosotros hemos necesitado un breve momento de oración para crecer como seres humanos, para evolucionar en lo que realmente somos: espíritu? Es imprescindible que tomemos este comentario como una opción más para mejorar nuestra calidad de vida, sin ningún tinte religioso y político, sólo enfoquémosnos a ser más humanos.
La fuerza de la oración auténtica es una herramienta para sugerir una estrategia muy poderosa para lograr la misión en la vida. Y no se trata de la lectura de una oración antes de dormir, como para acallar la conciencia, ni la repetición mecánica de frases, cuyo significado no se comprende a fondo, ni a la postura externa de devoción (mientras se abrigan pensamientos de odio, rencor o coraje) , sino a algo que podría ser difícil y desafiante para el desarrollo humano, el auténtico arte de orar, al verdadero poder que tiene un rezo. Mis maestros contemporáneos como Juan Carlos Fernández, Wayne Dyer, Neale Donald Walsh, Deepak Chopra, Eckhartd Tölle, entre otros, me han enseñado la enormediferencia entre seguir un dogma y tratar de ser como el que me enseñaba, el que uno considere su Maestro Espiritual; es extremadamente distinto.
Tampoco se trata de abrazar una creencia, sino de desarrollar "mi" profunda conjunción: espiritualidad y culturismo, al seguir las enseñanzas de los fundadores de ellas. Los momentos de emoción sensible que tuvieron esos grandes líderes espirituales de todos los tiempos, son los mismos que tú y yo podemos tener, es cuestión de práctica, tal como lo hicieron ellos. Te aseguro que encontrarás la paz.
Tu cuerpo puede ayudarte a estar en calma, por lo tanto, recomiendo guardar silencio y la calma aparecerá. La calma es el relajamiento de los músculos y nervios, y puede ayudarte a encontrar la paz, y esta última la puedes encontrar aún sin calma. Es normal que nuestro estado de ánimo cambie de un momento para otro, de un día a otro; el movimiento de la vida es oscilante.Lo único que te reservas es la felicidad de poder elegir la oración como ejercicio de un auténtico espírituculturismo (como lo llama mi Maestro Juan Carlos Fernández), cultivando la disciplina de esperar, actuando con paciencia, como la indescriptible mansedumbre y sosiego que caracterizaba a los Grandes Maestros, aún en circunstancias de intranquilidad y aflicción.
¿Puede un ser humano, como tú o como yo, conservar la paz y serenidad en un momento de crisis? Doy fe y te aseguro, por experiencia personal, que sí se puede. Templemos nuestro espíritu, ejercitándolo al leer literatura de superación personal, al practicar la generosidad y dando todos los días algo valioso a los demás, hasta incluso con el levantamiento de pesas espirituales más desafiantes: el PERDÓN.
Debemos ejercitar nuestro espíritu durante muchos años, al igual que los físicoculturistas lo hacen con su cuerpo, y los resultados surgirán.
En estos tiempos se vive la impaciencia, y ésta engendra violencia, la violencia, fatiga, y la fatiga te lleva a la impotencia, que a su vez produce frustración, y ésta desilusión.
Cuando la gente recurre a estos temas, es por urgencias en sus vidas y parecería que esta salida le resolverá sus problemas por encima de la lógica y acarician la idea que se dé un milagro en sus vidas y que suceda en 24hs. No es así como funciona. Es por eso que la gente no cree en la oración, se desilusinó y le da la impresión de algo irreal. Generalmente se cree que si no logramos rápidamente algo, no es realmente útil, y es que lo lento parecería no ser provechoso cuando el ritmo de la vida es rápido. Ése es el problema de la oración en estos días, y es un desafío de la evolución y del crecimiento espiritual en los tiempos que corren.
Con una Nueva Conciencia, la oración, es una divina forma, en la que nos preparamos para vivir el premio más esperado : experimentar la PAZ. Particularmente, recomiendo uno de los ejercicios más difíciles, que te obligará a hacer contorsiones espirituales y podría generarte calambres, pero es válido hacerlo: Practicar el PERDÓN. Tal vez haya obstáculos, pero al haber ejercitado el espíritu para que pueda pasar esa prueba que te llevará a tener acceso a la siguiente, el alivio será la recompensa.En eso consiste una verdadera evolución, y en el trayecto hay que disfrutar el avance.

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