El poder es una energía que se dirije a un propósito, por lo tanto, todo tiene un propósito. Los seres humanos, como todo lo que existe en el Universo, tienen poder, que se expresa en los diferentes aspectos del ser, como poder físico, mental, emocional y espiritual.
En realidad, poseemos una mayor o menor conexión con fuentes de energía, mayor o menor fluidez de la energía en nuestro sistema y mayor o menor capacidad para dirigir de modo intencional, esta energía , hacia una meta.
Las fuentes de enrgía se pueden entender de acuerdo a las creencias que cada quien tenga al respecto; la conexión con esas fuentes pueden ser: internas, externas o ambas. Cada persona puede generar su propio poder o conectarse con fuentes externas que están más allá de nosotros.
El Universo es infinito, y su poder, también; cuanto más conectados estamos con el Universo, mayor es nuestro poder.
El hecho de tener poder, implica tener responsabilidad y decisión; nosotros decidimos conciente o inconcientemente, cómo establecemos la conexión con nuestro poder personal o con poderes externos (en los últimos se involucran poderes de otros seres, de la naturaleza o del cosmos); por lo tanto, cuanto más amor poseemos, más poder tenemos, pues estamos más unidos y más conectados con más fuentes de poder; y si los distintos poderes están más conectados, se benefician mutuamente, se influyen favorablemente, de manera tal, que los propósitos de todas las partes relacionadas, se cumplen, aportándonos beneficios.
Respecto de las verdades y los métodos a utilizar, son relativos y podemos saber, si algo es verdadero o no, por los efectos producidos. Esto implica que, lo que es verdad para algunos, podría no serlo para otros,que lo que para unos funcione no necesariamente puede funcionar para otros.
Existen principios universales que se pueden aplicar a cualquier aspecto de la experiencia humana; cada principio es un enunciado del que se pueden desprender diferentes sentidos, y éstos, a su vez, tienen implicaciones de orden práctico y filosófico y su comprensión y correspondiente aplicación nos conduce a niveles cada vez más profundos de transformación.
La filosofía de una Nueva Conciencia es escencialmente práctica; no propone verdades ni métodos absolutos. Los medios determinan los fines, en consecuencia, los medios armónicos, producen efectos armónicos y los que sean inarmónicos, producen efectos inarmónicos. Y sólo hay armonía cuando hay Amor.
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